Es realmente preocupante esa enajenación que tenemos por introducir a los niños y niñas cada vez más temprano en la apisonadora de la productividad.
Las sesiones en las bibliotecas solamente funcionan con edades entre cero y 3/4 años. Luego desaparecen. El público en los teatros para las sesiones infantiles: exactamente lo mismo, máximo 4/5 años. Y lo sé por propia experiencia, es prácticamente imposible convocar a niños y niñas de más de ocho años para escuchar poesía en una biblioteca, porque los niños y niñas, a partir de los 6/7, están ocupadísimos acudiendo a extraescolares que les sirvan para el día de mañana. No quiero indagar mucho sobre qué cosas ocupan el tiempo de todas las tardes, pero me da pena, mucha.
Deberíamos reflexionar, en profundidad, sobre qué estamos haciendo, qué sucede, como sociedad, con este tema. Y por qué negamos a los niños el derecho, y el deseo, de hacer cosas por el mero placer de hacerlas. Alimentarse con experiencias que no estén al servicio de la producción y el mercado. Que no se hagan esperando un resultado, una evaluación, un subir notas o ser el mejor, o para “prepararte para el futuro”, sino para “prepararte para el hoy”, que es lo que importa realmente…
Poder cambiar las preguntas del final del día, y, en lugar de decirles: “¿has hecho los deberes?, ¿qué has hecho en…?, ¿cómo te ha salido el examen?, ¿has hecho la ficha de…?, ¿has ensayado para…?…´”
Que las preguntar fueran: “¿has disfrutado?, ¿has pensado?, ¿has reído con todo el cuerpo?, ¿te has puesto en el lugar del otro?, ¿te has asombrado hoy con la belleza del mundo?, ¿y su fealdad, la conoces?, ¿has cantado y escuchado la música de las palabras?, ¿has bailado y rodado hasta caer al suelo?; ¿has sostenido un nido?, ¿has abierto mucho los ojos para ver un libro?, ¿te has sumergido en el juego hasta olvidarte de todo?, ¿has conocido una historia maravillosa, un personaje fabuloso, un poema que te haya emocionado?…”
Porque todo eso es lo que les enseñará a vivir: hacer cosas bellas o que simplemente les hagan reír, que les permitan mirar el mundo desde otra perspectiva. Alimentar lo hermoso y lo delicado. Situarlos en ese lugar que mira desde el asombro.
No podría estar más acuerdo con tu reflexión. Me encantaría poder publicarlo en mi facebook e Instagram el texto que has escrito para poder divulgar esas palabras tan sabias y tan urgentes! Vivir es Urgente como decía Pau Dones y todo as esas personas responsables de niños y niñas tienen que leerte.
Un abrazo,
Ampo Chulvi Ferriols
Gracias por la lectura, Ampo. Y claro, puedes compartir el enlace o el texto, como quieras. Citando la fuente no hay problema, al revés: gracias.
Buen día.