En las sociedades orales, los mensajes lingüísticos llegaban siempre en el tiempo y el lugar, emisor y receptor compartían situación, universo de significados, recibían el mismo baño semántico y en el mismo contexto donde fluían las interacciones.

Sin embargo, estamos viviendo una época donde hablamos de movimiento social en relación con el fenómeno técnico, donde lo universal de la cibercultura no contiene ni líneas directrices ni centro, algo que se encuentra, la mayoría de las veces, sin contenido particular.

Y es que, para la cibercultura contemporánea es mucho mejor la conexión que el aislamiento, no queda tiempo para la introspección, y lo que es peor, nos hacemos dependientes de la pantalla para transmitir nuestras emociones. Todo pasa tan rápido que nos olvidamos de parar, observar e interpretar lo que estamos viendo y sintiendo.

Ver, sentir y crear

Los álbumes sin palabras o silentes necesitan reflexión, contienen esa magia donde poder ser coautoras de la narrativa y regresar a esa cercanía que crea vínculo. Su discurso visual nos cuenta una historia que nos va nutriendo a través de imágenes, a su vez, en la construcción de significados y metáforas visuales se convierte en una narración o en una emoción.

Son integradores, libros sin fronteras que al compartir una historia a través de las ilustraciones nos damos cuenta de que no somos tan diferentes, no importa el idioma, la condición social o el origen, el libro se va narrando con las imágenes y el texto aparece con ellas.

A través de los libros silentes se puede enseñar a la mirada, establecer relaciones con la palabra para compartir con la infancia, descubrir y experimentar con la imaginación y la creación.

¿Cómo podemos compartir esos momentos con la infancia?

Existen muchas formas de poder compartir estos libros con la infancia y aprender a leer sin palabras, aquí te compartimos algunos consejos.

Para los más pequeños puedes hablarle y estimularle a través de los colores, jugar a imitar sonidos de animales, algunos libros por su textura se pueden morder y tocar, jugar al cucú-tras o cantarle y contarle mientras observa.

Más adelante podremos hacer una lectura más precisa, hablarle de sensaciones y emociones, aprovechar para introducir vocabulario, poesía o juegos. Pregúntale por lo que está viendo y que sensación tiene.

¿Crees que hace calor? ¿Está nublado? ¿Hace frío? ¿Cómo se siente el protagonista? Triste, feliz…

No hace falta que describa todo lo que ve, que la niña o el niño decidan, pero si decide contar lo que está viendo no lo interrumpas. Preguntar sin imponer, para que pueda imaginar situaciones, sentirse identificado o reconocer emociones:

¿Qué te parece a ti? ¿Cómo ha podido pasar eso? ¿Te has encontrado con este animal alguna vez? ¿Y tú qué harías? ¿Cómo continuarías la historia? ¿Crees que tiene miedo, es valiente…? ¿Por qué crees que se esconde?

Deja tiempo para la reflexión, para que interrumpan ante cualquier duda o comentario sobre lo que está viendo, para crear significado ¿Qué palabra te sugiere esta ilustración? Puedes utilizar la dramatización para explicar la historia, que la niña y el niño puedan expresarlo corporalmente si les apetece.

Todo puede ir fluyendo, según lo que le sugiera o transmita la imagen que está viendo y la continuidad de la historia. Interactuar para crear una lectura dialógica, generar, en esa conversación bidireccional, un vínculo que estimule su desarrollo lingüístico y creativo.

Aquí te dejamos algunos libros recomendados para leer sin palabras.

El lápiz

Paula Bossio

Fondo de Cultura Económica

Una niña sigue una línea que se va transformando al avanzar las páginas, un aro, una burbuja, una liana o un tendedero donde colgar los juguetes. La línea dibujada con un lápiz sirve de guía para inventar y crear en cada página, donde la narración seguirá el hilo que se transforma en lo que la niña desea.

La linterna mágica

Lizi Boyd

Libros del Zorro Rojo

Un niño explora en la oscuridad de la noche con una linterna. En su aventura descubrirá animales nocturnos: búhos, murciélagos o ratones que se posan en su cabeza y pasean entre sus pies. La narración irá surgiendo con la luz de la linterna,  donde las páginas sobre un fondo negro se iluminan con el haz de luz mostrando el contraste, los colores y la magia de la naturaleza.

El viaje

Arianne Faber

A Buen Paso

El protagonista de la historia se encuentra con un globo rojo con el que iniciará un gran viaje. En su aventura encontrará animales a los que no les gusta revelar su naturaleza. Un libro donde las imágenes han sido creadas con tinta china y huellas dactilares que van dibujando el mundo.

Mi león

Mandana Sadat

Kókinos

Un león grande y poderoso, se encuentra con un niño y está dispuesto a comérselo. El león siente pena cuando el niño comienza a llorar, se encariña y lo lleva a viajar por el mundo protegiéndolo del peligro. El libro puede tener diferentes lecturas donde cada niña y niño podrán interpretarlo, hacer preguntas, reflexionar o imitar diferentes voces y sonidos.

Flotante

David Wiesner

‎ Océano Travesía

El protagonista encuentra una cámara submarina que llega arrastrada por las olas hasta sus pies. En ella descubrirá las fotografías que contiene, una cadena de niños, que, como él, han tenido la cámara en sus manos. Una mirada indirecta a través de diferentes instrumentos como una lupa, un microscopio y la cámara de fotos, llevan al lector en un viaje en el tiempo de asombrosos mundos surrealistas.

El último verano

Jihyun Kim

Editorial Juventud

El protagonista viaja con sus padres a casa de sus abuelos en el bosque, un viaje acompañado de su perro que recordará siempre. Este álbum ilustrado invita al lector a experimentar las emociones que siente el niño. Las emociones que en nuestra ajetreada vida solemos olvidar con facilidad, acercándonos a la belleza de la naturaleza con unas preciosas ilustraciones en tinta y lápiz que emocionará a niños y adultos.

Amparo Benegas

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