LA FANTÁSTICA NO HA SIDO INVITADA A LA FIESTA EDUCATIVA
Nos dice Gianni Rodari, en su inagotable capítulo 44 de Gramática de la Fantasía, que la imaginación es tratada en nuestras escuelas como la pariente pobre, a la que no prestamos atención ni invitamos a las cenas familiares. Dando una ventaja total a favor de la atención y la memoria. No es que esas habilidades no me parezcan importantes y que, por supuesto, tengan que tener su honorable espacio en los objetivos escolares, pero de lo que nos advierte Rodari es del mal-trato que a la imaginación y a la fantasía se les otorga en la escuela. ¿Por qué no se da mayor presencia de la escritura creativa en las aulas?
Generalmente (y reconozco lo peligroso que resulta generalizar un comentario) cuando se plantea un ejercicio de escritura creativa en la escuela, se suele realizar con cierto carácter condescendiente, como de “regalo”, olvidando la seriedad que supone el juego o la fantástica. A veces se plantea como una actividad especial para terminar la semana o de regalo para aquellos alumnos aplicados que ya terminaron su tarea.
Qué terrible es que no nos hayamos dado cuenta de que la propia fantástica genera un aprendizaje significativo y hace que nuestros alumnos sean más receptivos, más abiertos a nuevas soluciones y más sensibles al pensamiento divergente. Con todo los beneficios que ello conlleva.

Dos niños jugando con los Prelibri de Bruno Munari
NO HAY NADA MÁS SERIO QUE UN NIÑO CUANDO JUEGA
Uno de los grandes regalos que hace Rodari a la escuela es precisamente la posibilidad de incorporar estos talleres de escritura como elemento dinamizador de la creatividad, de la imaginación. Por eso, estos mecanismos lúdicos de la escritura provocan que queramos escribir inventando historias dejando paso a aspectos del subconsciente, siguiendo la estela de los surrealistas, liberándonos de la rigidez de las sillas y del férreo horario y prestando una gran atención a lo que estamos creando.
Pero a veces las maestras no sabemos muy bien por dónde empezar, así que aquí os dejamos cinco propuestas urgentes que se pueden poner en marcha hoy mismo. ¿Empezamos?
CINCO PROPUESTAS DE ESCRITURA CREATIVA
1. EL ABC DE LOS TÍTULOS
Una técnica de escritura muy extendida es proponer un título desafiante que nos provoque ideas y se dispare nuestra imaginación. Pueden ser títulos semejantes a los libros que estemos leyendo en ese momento (“La oruguita que salió a pasear”; “El sendero de las tórtolas”) o títulos más complejos, más creativos que exijan un desarrollo más creativo.
Mi propuesta es que se inventen títulos a partir de la fórmula ABC. Es decir, una frase cuyas palabras comiencen por estas letras.
Por ejemplo:
Ayer Bailaban Cangrejos;
Ahora Busco Colonias;
Ansío Bellos Cabellos.
Podemos pedirles títulos a los alumnos, recogerlos en un cesto y luego repartirlos al azar. De esta manera, probablemente les corresponderá un título que no hayan escrito ellos. A partir de ese título, pueden escribir lo que se les ocurra:
“Una fiesta anual de cangrejos en la que se reunían para bailar en secreto. Es una fiesta que ya no se celebra por el peligro de los pescadores. Un Cangrejito conseguirá recuperar aquella fiesta ancestral localizando una sima fuera de todo peligro humano.”
2. ¡BAH, ESO NO ES NADA!
Es una propuesta basada en la hipérbole y la exageración que tanto les gusta a determinada edad. Es importante el efecto sorpresa. Normalmente empiezo esta actividad echándole un poco de teatro. Llego al aula con una cara de evidente angustia y les digo: “No os podéis imaginar lo que me ha pasado” y acto seguido les cuento la anécdota más extravagante que se me pueda ocurrir en ese momento pero siempre manteniendo un cierto contacto con la verosimilitud. Los primeros momentos suelen ser de estupor y no saben muy bien si lo que cuento es real o no hasta que perciben que efectivamente se trata de un juego, una diversión y atienden divertidos al devenir de la historia.
Cuando hemos terminado y nos hemos reído un rato les invito a que inicien una historia comenzando por “¡Bah, eso no es nada!” y a continuación inventan la historia más fantasiosa que puedan. Siempre relacionada con su cotidianidad y su día a día. Cuando hemos contado dos o tres de manera oral, les invito a que lo escriban en papel. Todos ellos/as quieren contar su increíble historia “sucedida” según venían al colegio.
3. UNA PALABRA TUYA BASTARÁ
Como hemos visto en la propuesta anterior, suelo recomendar anteponer siempre la creación oral a la escrita. Es decir, inventamos una historia o damos algunas ideas de manera oral para que los que tienen menos destreza en inventar puedan acogerse a la propuesta colectiva y hacerla suya.
Una propuesta oral muy efectista y tremendamente divertida es inventar un cuento entre varios alternando los turnos de palabra. Pero en cada intervención sólo puedes decir una palabra. Pongo un ejemplo:
Persona 1: Había
Siguiente persona: Una
Y otra: Vez
Podemos hacer esta propuesta con el número de personas que queramos: entre dos y toda la clase.
Para favorecer el hilo argumental, solemos elegir previamente un lugar en el que suceda la historia, un personaje (puede ser el protagonista o no) y un “objeto mágico” que tenga cierta relevancia en la trama. Cuanto más dispares y alejados estén estos elementos, más riqueza tendrá la historia. Por ejemplo: el cajón de la nevera, Rafa Nadal y un dedal de coser pueden ser elementos muy atractivos para inventar una historia. Ya te la estás imaginando, ¿a que sí?
4. UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS
Otro posible detonante para la creación literaria son las imágenes. Las imágenes nos evocan escenas conocidas o creadas por nuestro imaginario. Así, en ocasiones una sola fotografía o una ilustración puede provocar toda una historia en nuestra cabeza. Luego tendremos que proporcionarle cierta unidad estilística y revisar la coherencia y cohesión del texto (como solemos hacer con todos los escritos).
Una posible manera de empezar con esta estrategia es ponerle título a determinadas imágenes. O también podemos inventar pies de foto a modo de la prensa escrita. Una vez tengamos ese título, os remito al punto número 1 y… ¡a escribir!
Aquí os dejo alguna imagen:
5. UN CADÁVER BIEN EXQUISITO
Una técnica nacida en las veladas de los artistas surrealistas y que ha llegado hasta nuestros días en diferentes formas y maneras de realizarla. Mis alumnos se aficionaron tanto a esta propuesta de creación de textos absurdos que les gustaba jugarlo en el autobús cuando salíamos del centro.
La técnica es sencilla: alguien escribe una frase en la parte superior de un folio y pliega el papel de manera que no se pueda ver lo que escribió. El siguiente escribe otra frase y pliega de nuevo para que no se pueda leer. Así sucesivamente hasta el final del papel. Luego desplegamos y… ¡voilá! Tendremos un poema totalmente absurdo.
Hay versiones de esta técnica en las que se sugiere mostrarle la última palabra de la frase al compañero para que tenga cierta continuidad. Incluso que su verso tenga que empezar por la última palabra de la frase anterior (para lo cual, lo más práctico es que le escribamos la primera palabra para que no tenga la tentación de mirar toda la frase).
Hay una versión gráfica muy conocida que consiste en dividir el papel en tres mitades. De manera que una persona dibuja la cabeza, otra el tronco y extremidades superiores (en caso de que queramos otorgarle ese don) y una tercera persona las extremidades inferiores.
Si estás interesado en aplicar más técnicas de escritura creativa en el aula y reflexionar sobre la creatividad en la infancia y cómo potenciarla, te recordamos que convocamos el curso LA CHINA EN EL ESTANQUE. Aquí puedes ver más información.
Por una escuela más imaginativa, por una escuela más literaria.
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