Actualmente la mayoría de los centros escolares cuentan con una biblioteca, pero esto no es suficiente para animar a leer, compartir y disfrutar de la lectura. Depende en muchas ocasiones de la experiencia o la iniciativa de las  maestras, bibliotecarias y docentes que comparten su amor por la lectura y no cesan en su empeño para que las niñas, niños y jóvenes tengan la oportunidad de disfrutar de la lectura, aprender a valorarlos y poder compartirlos en familia, a pesar de que una gran parte de los centros no encuentran el apoyo necesario, sobre todo cuando se trata de las bibliotecas para la infancia.

Según el último análisis sobre la situación de las bibliotecas escolares, el 51% de centros no disponen de un presupuesto específico para la Biblioteca Escolar. La carencia de medios y ayuda necesaria para que la biblioteca escolar forme parte del proceso de enseñanza ha sido la consecuencia, sobre todo, de la escasa importancia que se le ha otorgado, al no saber situarla en la posición que realmente tiene, como un elemento esencial en el proceso de aprendizaje.

Bibliotecas vivas

Sin embargo, estos pequeños proyectos de biblioteca pueden llegar a convertirse en el alma de la escuela. Muchos de estos proyectos nos han acompañado en JALEO, como es el caso de la Biblioteca Fantasía en el CEIP Andalucía de Sevilla, donde no solo trabajan el fomento a la lectura, sino la inclusión y la superación de las desigualdades. En la Biblioteca CRA Alto Cabriel Belén López Villar ha conseguido dar vida a la biblioteca escolar, situándola en el centro de la escuela a lo largo de toda su docencia. 

Estas cosas pasan cuando alguien con verdadera pasión por las historias y los libros se encuentra al frente, como es el caso de Constanza Mekis, Fundadora y Coordinadora Nacional de Bibliotecas Escolares/CRA, del Ministerio de Educación de Chile, bajo su gestión se crearon casi 11.000 bibliotecas en escuelas de todo Chile. Las que tuvimos la suerte de asistir a su taller en JALEO’23, comprobamos de primera mano la delicadeza y sensibilidad, no solo en su acercamiento a los libros y la lectura, sino en cómo nos acercaba y hacía participes de ellos a las asistentes, como ella afirma, la biblioteca escolar debe ser un espacio de solución a las necesidades de sus usuarios.

La biblioteca escolar no debe ser un almacén lleno de libros, ni se trata de ofrecer libros sin más, se necesita orden, clasificación, selección, pero, sobre todo, este espacio debe tener vida y ofrecer las condiciones y el estímulo necesario para animar a leer, algo que muchas veces las niñas, niños y jóvenes no encuentran en el entorno familiar.

Aquí te compartimos 5 propuestas para fomentar la lectura y dinamizar la biblioteca escolar.

1. El día del lector y la lectora invitada. Cada semana se recibe a un lector o lectora, puede ser una madre, padre, abuelas, tías, hermanas o vecinos del barrio. Un tiempo en el que compartirá una lectura con la clase, con el apoyo de la profesora para la selección del libro. Esto creará un ambiente cercano del que disfrutarán tanto los alumnos y alumnas como el invitado lector.

2. Organizar sesiones de narración oral. Compartir las historias sobre un libro que han leído previamente o alguna historia que han escuchado de forma narrada con ayuda de la profesora, esto además de fomentar la lectura es una valiosa herramienta para estimular la expresión oral.

3. Organizar charlas, debates, mesas redondas y clubes de lectura. Estas charlas y debates en las comenten y expresen libremente sus opiniones sobre la historia que han leído, un género literario o una temática elegida, guiados por un moderador o moderadora, no solo les ayudará a prestar atención a la lectura, además propiciará un espacio de reflexión y de escucha. El club de lectura debe estar guiado por alguien especializado, organizado en sesiones mensuales, con un horario y día establecidos. En ocasiones solo necesitan compartir esa historia que les ha impresionado con alguien que los escuche.

4. Técnicas de escritura creativa.  Elegir un autor o autora y seguir alguna de sus técnicas. Por ejemplo, siguiendo algunas de las técnicas de Gianni Rodari, como el binomio fantástico, eligiendo dos palabras al azar de un libro, una revista… y escribir su propia historia. Además de pasarlo bien, esto mejora mucho la capacidad asociativa. Un taller de poesía para inventar palabras y rimas puede ser muy divertido, por ejemplo, en el libro A lo bestia de Mar Benegas, encontrarán conjuros y personajes como una cucharacha o un bolserizo.

5. Una exposición de libros. Montar una buena exposición de libros, por colores, temáticas, números, títulos… Por ejemplo, el mes de la naturaleza o las estaciones del año, libros con portadas de colores marrones y hojas secas para el otoño o libros de portadas blancas y nieve alrededor para el invierno, las vacaciones con temática del mar o de juegos… Esto despertará el interés por visitar la biblioteca y además los animará a llevarse un libro.

Debemos recordar que todas las actividades que se realicen en la biblioteca deben ser una vía para el fomento de la lectura y la educación. 

• Debe estar muy bien organizada, ser coherentes al colocar las estanterías (los más pequeños no llegan a lo más alto)
• Separar las zonas, infantil, juvenil… que contenga un acogedor rincón de lectura.
• Lo más aconsejable es un espacio de fácil acceso, si es posible cerca de la calle. Recordemos que debe ser un espacio abierto a las familias, donde se puedan organizar tertulias, presentaciones o eventos relacionados con el fomento lector.

Esperamos que estas 5 propuestas para fomentar la lectura en la biblioteca escolar te animen a realizar o dinamizar tu proyecto de biblioteca escolar.

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Animación a la lectura. Leer, pensar y crear con Jesús Ge

Club de lectura infantil. El salón del asombro con Jesús Ge

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Imagen de portada: Mariliana Arvelo