Escribir LIJ es una cosa muy divertida, pero también muy seria, como lo es todo lo divertido: imaginar, crear, jugar, soñar.

Todos esos procesos se ponen en marcha cuando escribimos para niños y adolescentes, por eso y porque nuestro público merece honestidad y respeto, es importante escribir textos que tengan la mayor calidad posible. No solo eso, hay que escribir textos que les interesen, que les apelen, que provoquen un diálogo con ellos, nuestros lectores. Lectores, por cierto, muy exigentes (¡los más exigentes!) que jamás darán una segunda oportunidad a un texto que les aburra, les trate como si fueran tontos, o por el que se sientan traicionados.

Es por esto por lo que escribir Literatura Infantil y Juvenil es una cosa seria, y es por esto por lo que es importante leer mucha Literatura Infantil y Juvenil y formarse antes de ponerse a ello.

Hoy queremos compartir contigo 5 claves para escribir Literatura Infantil y Juvenil para que tus textos sean honestos y empaticen con tu público:

1.NO ES una novela infantil aunque el protagonista sea un niño

Una de las cosas que a veces se nos olvida y que es importante, es que NO TODOS LOS TEXTOS en los que el protagonista es un niño son Literatura Infantil. Parece una cosa obvia, sin embargo, muchas personas que no están acostumbradas a escribir para niñxs, confunden estos dos conceptos y se embarcan en la escritura de historias con protagonistas infantiles que, sin embargo, no son aptas en absoluto para este público. No son sus receptores naturales. A veces la línea está muy clara, como en Lolita de Nabokov o El curioso incidente del perro a medianoche de Mark Haddon, pero otras veces es más difusa. Hay que estar atentas a esto.

2.Tener claro para qué edad es la novela infantil que vamos a escribir

Tenemos que estar cerca de su experiencia vital y sus intereses. Esto no quiere decir que no podamos ofrecerles otro tipo de experiencias y alternativas, de hecho, ese es uno de los valores de la Literatura Infantil, permitir al niño acercarse a otros mundos o realidades. Sin embargo, debemos conocer, según la edad para la que escribamos, cuáles son aquellas cosas de fundamental importancia para ellos: la amistad, la pandilla, la justicia, la familia…

3.Cuidar el lenguaje

Esto es una máxima de cualquier obra literaria, claro está, pero en el caso de la Literatura Infantil cobra una importancia mayor por varias cosas: por una lado, los niños todavía están aprendiendo a manejar el lenguaje, incorporando palabras nuevas, aprendiendo a jugar y experimentar con ellas, nombrando el mundo…

Por otro, no deberíamos usar un lenguaje tan elevado que seamos incapaces de llegar a ellos. Es decir, que la historia no la comprendan, que no les llegue. Debemos tener muy en cuenta la edad para la que estamos escribiendo y adaptar el lenguaje a esa edad sin que eso signifique que el texto pierda en riqueza, por supuesto.

4. La novela infantil NO SE ESCRIBE para manipular al niño

No debemos tratarles con condescendencia o intentar colarles algún mensaje supuestamente educativo que para nosotros es un valor fundamental. Esto es importante y debería subrayarse.

En los últimos años se han puesto muy de moda dentro de la Literatura Infantil, especialmente, los “libros para”: para quitar el pañal, para trabajar los celos entre hermanos, para hablar de la separación…que al final se convierten en una especie de manuales de autoayuda para niñxs totalmente instrumentalizados. A esto es a lo que me refiero con lo de no ser honestos.

Es evidente que cualquier obra literaria versa sobre algún tema concreto (sea cualquiera de los que he nombrado anteriormente u otros) pero esto no significa ni que debamos decirle al niño o niña cómo debe actuar, qué es lo correcto, cómo debe de sentirse al respecto ni mucho menos cómo manejar la situación. Esto, amigas, es manipulación. La Literatura Infantil no está para educar o dar lecciones. Está para ofrecer, para mostrar el mundo, para plantear temas, para establecer un diálogo, para provocar reflexiones, para emocionar, para divertir, para entretener, para acompañar… Ni los libros van a terminar con las peleas entre hermanos, ni tampoco van a crear delincuentes (esto lo digo por la censura que reciben algunas historias, pero ese tema ya lo dejamos para otra entrada)

Los libros, sin embargo, pueden convertirse en un refugio para muchos conflictos vitales que vive o presencia la infancia, y ese es su gran valor.

5. Disfruta el proceso de escritura de tu novela infantil

Hay que disfrutarlo y pasarlo bien. Pensarás que no digo más que obviedades, pero tanto desde mi experiencia como alumna, por un lado, y como profesora, por otro, he visto a muchas personas sufrir con sus proyectos. Escribir una novela es una expedición, con sus picos, sus bajadas y sus valles. Habrá momentos de bloqueo o en los que nos toque volver hacia atrás y reescribir. Puede incluso que una idea no funcione y tengamos que desecharla, o buscar un enfoque nuevo. Todo esto es normal, disfrutémoslo. Disfrutemos el camino, pasito a pasito, párrafo a párrafo, capítulo a capítulo. Encuentra esa idea que te late, ese hilo del que tirar y métete en tu historia como si fueras ese niño o niña que la está leyendo. Ahí es donde todo el proceso cobra sentido.

Como verás, para escribir una novela infantil son muchas cosas las que hay que tener en cuenta. Hemos compartido contigo 5 claves, pero no son las únicas. Todo esto y mucho más aprenderemos en el curso de cinco meses ESCRIBIR NOVELA INFANTIL Y JUVENIL. A TRAVÉS DEL ESPEJO.

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